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LUCIA'S STORIES FROM ABROAD

Human Behavior

O Coelho da Botella

 

On my first assignment in Brazil almost four years ago, a considered coleague tried to explained to me in "portunhol" what a coelho da botella was.  After a long walk in Vitória’s beach in Espirito Santo, and quite among of laughs, I finally understood he was trying to translate what a "gargalo" (bottleneck) was.
Every time I think of bottlenecks and constrains, I can’t avoid remembering that story.  And lately, I’ve been dealing with constrains a lot, in personal and professional life. 
People often forget the first rule when discussing constrains: the constrain is either mental of physical.  
As an engineer and fully proved left hemisphere brain character, it is hard to believe I came to this conclusion so recently.  But it is true.  Good vibe does not cure cancer; maximum capacity in a machine often means the most amount of goods the unit can produce in a period of time; two objects can’t and won’t occupy the same space at the same time.  Yes, a good vibe with a loving environment and a positive attitude can increase someone’s immunological response to fight a disease.  Yes, a committed and integrated factory team can come up with great ideas to a better and more efficient production plan, dramatically increasing the total production throughput; but lets face it, a machine made for 100 cases/hour, will not produce more than 95 in the best case scenario.  10k square meters will not storage 15k square meters of merchandise, or will, if levitating is an option. 
It is frustrating how some people can’t see the difference.  That is why I think I don’t like shelf-help books. Is it honest when they tell you a 3 people team can do a 10 people job?  how many hours can a person work before one literally brakes down? Ok, not literally, but figuratively speaking:  family, health, social and even performance issues?
On the other hand, our mental constrains, I agree we can and should fight.  Must of them, and please do not take my word for granted on this since I am not an expert, probably come from bad experiences in the past, or ignorance of the outcomes and consequences of an action.  
Fears must be tackle, otherwise we won’t be able to move forward.  Challenge is always welcome, since it makes us re-think things and work around.  
I do fear changes; must humans do.  It is natural to want to stay put for at least a little while, to take a deep breath and recharge to start it all over again.  I do fear some tasks are bigger that I can handle.  Normal too; that is why procrastination was invented and has successfully survive all this years hahahahaha.
Mental constrains are there also in hour personal lives.  Lots of women, specially in Latin America, had face the High Heel Predicament once in their lives:  short cute guy vs. princess look in high heels.  When he e is the one with the mental constrain:  can’t and won’t date a higher women, so she is stuck with the little girl flats.  Or she is the one with the mental constrain: flats make her look chubby and she does not party with less than 8cm high shoes.  One way to see it:  date a taller guy! Or better way:  overcome the stupid mental block, wear the heels and lean a little to kiss him.  At the end, he won’t regret dating a hot confident taller girl.  But, keep in mind: he will not grow, no matter how hard you want and how focus you mediate on it. 
It is what it is.  Physical constrains are there and lots of them can’t be overcome with a simple state of mind.  It is stupid to keep walking barehanded into the wall and hit yourself in the face over and over again.  Buy a war tank, get a crew of handymen with heavy hammers, whatever! But stop pretending faith and will can brake all walls.  Physical barriers need strategies, resources, often team work, and so on.  Stand up for your self when someone tells you different.  There is a limited on what a person can give or do.  Make a strong smart plans to strangle the real bottlenecks, and while on them, focus on your own mental constrains and bit them, one day at the time.  It will make your life lighter, funnier and richer.  

 

Cuánto mide un brasilero?

Primer blog en español [i]

 

En vista de mi ignorancia cultural, estoy buscando parámetros de referencia para poder definir o al menos prever la clase de personas con las que me voy a encontrar en mi paso por Brasil.  En mis pasadas vacaciones en Rio (ah tiempos aquellos…..) me había hecho a la idea del brasilero divino (y divinas), atlético, buena vida y despreocupado, pero como en todas partes del mundo el costeño es muy diferente al del interior, decidí hacer borrón y cuenta nueva y empezar a hacer mi profile del paulista cual detective investigador de asesinos en serie.

Mi primer hint, fue el sensor de las puertas del elevador del escritorio, osea, el ascensor del la oficina, el cual se encuentra ubicado a 175 centímetros del altura desde el suelo.  Atención a lo que deben medir estos personajes! Yo me he visto haciendo el oso de correr para que no se me cierren las puertas encima (aún no me he preocupado por ubicar el hospital más cercano y me moriría si llego a la oficina con un chichón por culpa del ascensor).  Lo peor es que sí hay gente muuuuuuuy alta, hombres y mujeres incluidos, pero no son el mayor porcentaje de la población. Tal vez mi compañía muy multinacional ha contaminado la raza con cientos de mexicanos, colombianos, venezolanos (que casi no he visto), ecuatorianos, centroamericanos, etc, que hemos disminuido el promedio de altura en la región (bueno, hemos no, porque yo aún no he multiplicado la especie por acá).  Otra hipótesis podría ser un ego enorme, que los hace ver más grandes o algo así; lo cual sería súper fácil de creer estando un poquito más al sur, pero en estas latitudes aún no estoy tan convencida.

Siguiendo en mi pesquisa me encuentro con el tamaño de los apartamentos y, ojo a esto, su distribución.  Escribo con el ojo encharcado y la vena brotada de pensar en qué voy a hacer con todas las cosas que vienen viajando por el atlántico camino a mi nuevo apartamento, con la ilusión de acompañarme en mi nueva travesía.  No me imagino sus pequeños e inanimados corazones de madera y polietileno partiéndose en pedazos al verse confinados a un depósito (si es que llego a conseguir algún apartamento que lo tenga) o a ser expuestos cual catálogo de quincenazo del ley en una de las cafeterías de la oficina a ver si se pueden vender.  Porque les aseguro que nada cabe. Tengo dos opciones: o un apartamento moderno enano, o un apartamento enorme casi senil de lo viejo con closets comidos por las termitas.

Algo pasó a finales de los 90s que todos los arquitectos cambiaron radicalmente la forma de diseñar apartamentos en esta ciudad.  Todo lo que visto con menos de 10 años es muy distinto de lo que había visto en Colombia.  Mi primer raye fue el tamaño de los cuartos.  Cuánto mide un brasilero?  Puedo apostar que en ninguno de los cuartos que he visto entra una cama doble normal de 1-40.  El televisor, si no es pantalla plana, es impensable y solo una mesa de noche si quiero que las puertas del closet tengan sus 100° respectivos de apertura (para sacar el par de aretes, el conjunto de victoria’s secret, el perfume y la curitas que es lo único que podría guardarse en los closets de la barbie que orgullosamente adornan el cuarto).  Es terrible ver cómo mi zona favorita de la casa ha sido recortada, reducida, comprimida, rebajada y adelgazada a su más mínima expresión!  Si eliminamos las necesidades fisiológicas elementales, yo podría pasar el día entero en mi cuarto! Y esta gente no!  Al parecer el cuarto es solo para dormir y transar y todo lo que pueda hacerse sobre la cama porque en algunos casos es posible que no se pueda ni caminar alrededor….. estoy pensando en poner aviso en la puerta: “por favor mantenga las manos dentro del carrito”.

Ni qué decir de las cocinas, que empezando, no tienen estufa.  Yo creí que ese era un electrodoméstico que ya no se vendía sino a las constructoras y a las señoras cincuentonas desocupadas y millonarias que prefieren gastarse la plata en remodelar antes que su marido se la gaste con la otra. Todas tienen un patio de ropas enooooooorme que aún no entiendo su finalidad.  En serio, en los que he visto podría colgarse la ropa de medio edificio a secar; será que se turnan la lavada comunitaria y nadie me ha informado?  Debe ser que en las fiestas de casa hay una zona VIP y ahí meten a la gente o algo así.  Ya me estoy imaginado el carnet del conjunto residencial con banda magnética para pasar por la ranurita que se hace al doblar la tapa de la lavadora y el extracto mensual de la administración con las caipiriñas que me bebí en el after party del piso 5 y el vodka del cumpleaños del hijo del señor del 18.

La sala y comedor parecen ser espacios normales de un apto normal.  Algunas tienen chimenea, otras piso de madera, otras alfombra, otras balcón… todo normal, de tamaño más o menos normal. De las son las zonas comunes, puedo decir que la mayoría tienen piscina, churrasquería (dícese bbq) y gimnasio. No existen parqueaderos de visitantes y todo el mundo parquea en la calle.

En resumen, mi profile a la fecha va así:  “El paulista de los años 90s y dos mil, gusta de los eventos sociales.  Hace ejercicio diario para mantenerse en forma para su agitado ritmo de vida y para poder usar la piscina en verano.  Invita a sus amigos a su casa para hacer churrascos pero nadie lleva el carro para poder beber en paz.  Duermen poco y no ven televisión.  Se la pasan tanto de rumba que lavan ropa en cargas industriales: la del gimnasio, la del trabajo, la del churrasco, la del pub, la del pre y la del post..... no tienen muchas posesiones y les encanta la buena vida”.

Si la cosa es de este calibre, pues pinta bien no? Lo único que aún no me queda tan claro es de dónde sacan la plata para rumberar porque no conozco lo estratificación económica de este país pero lo que he visto se clasifica en caro, venenoso e impagable.  Pero bueno, supongo que con la platica que se haga con la lavada de ropa del resto del edificio, seguro me alcanza p’al arriendito y el pedacito de carne del churrasco.


[i] A petición de Adri Sáenz